ENERGÍA FEMENINA Y MASCULINA : CÓMO EL YOGA EQUILIBRA CUERPO Y MENTE

En la vida cotidiana, a menudo nos encontramos entre las exigencias de la acción y la necesidad de calma, entre el imperativo de hacer y el deseo de ser. 

Este constante ir y venir entre dos polos es también una danza de energías, energía femenina y energía masculina. 

A menudo percibidas como opuestas, estas dos fuerzas coexisten en cada uno de nosotros. La energía femenina no es exclusiva de las mujeres, y la energía masculina no circula solo en los hombres. 

Su equilibrio es esencial para vivir en armonía.

Para mí, el yoga ha sido la guía que me ha permitido comprender y equilibrar mejor estos dos aspectos de mí mismo. 

En este artículo te invito a explorar cómo el yoga puede ayudar a armonizar la energía femenina y masculina, para equilibrar tanto el cuerpo como la mente.

Escrito por Ana - Noviembre 2024

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Unos 10 minutos

LO QUE ESTÁS A PUNTO DE DESCUBRIR

Comprender la energía femenina y masculina: explorar los principios del Yin y el Yang y su influencia en nuestra vida diaria.

Cómo el yoga armoniza estas energías: El yoga como guía para equilibrar la acción y la gentileza, la fuerza y la receptividad.

Yin Yoga y Energía Femenina: Cómo el yoga nos invita a cultivar la gentileza, la compasión y la escucha interior.

Posturas de Energía y Estabilidad Masculina: Posturas que activan la fuerza interior, la determinación y el compromiso.

Prácticas para cultivar el equilibrio: Sugerencias de posturas y estilos de yoga para armonizar estas dos polaridades en nuestras vidas.

Vivir en armonía contigo mismo: El yoga como camino hacia una vida más equilibrada, anclada en la fuerza y la sensibilidad.

"¡Echemos un vistazo!"

ENERGÍA FEMENINA Y ENERGÍA MASCULINA: 2 FUERZAS COMPLEMENTARIAS

La energía femenina y la energía masculina son principios antiguos que se encuentran en muchas filosofías , desde el Yin y el Yang chinos hasta el animus y el anima en psicología. 

La energía masculina (o Yang) se asocia con la acción, la lógica y la fuerza, mientras que la energía femenina (o Yin) simboliza la gentileza, la receptividad y la intuición. 

Estas dos fuerzas son esenciales y no pueden existir una sin la otra. 

Se alternan como un ciclo vital: tras la primavera llega el verano, luego el otoño y, finalmente, el invierno. Y el ciclo comienza de nuevo. 

Al observar el símbolo del Yin y el Yang, observamos que uno parece dominar al otro. Sin embargo, es una rueda que gira y alterna energías de forma cíclica y continua. 

Mi Encuentro con el Yoga, Huella de Energía Masculina:

Durante años, sin darme cuenta realmente, operé casi exclusivamente con energía masculina: organización, planificación, eficiencia, ejecución, productividad, control, apariencia social, racionalidad, etc. 

Como muchas madres, tuve que gestionar mil cosas, sin preguntarme casi nunca cómo me sentía. Siempre había una meta que alcanzar, una lista que tachar. 

Y como mucha gente en Occidente, el yoga entró en mi vida como una de mis decisiones influenciadas por la energía masculina: acción, rendimiento físico, superación personal... 

Pero con la práctica, comencé a descubrir la otra cara del yoga. En Oriente, la práctica física del yoga se adquiere tras haber integrado y practicado durante mucho tiempo sus aspectos filosóficos, a través de los yamas y niyamas .

A través de esto, redescubrí otro aspecto de mí mismo, uno que tenía sed de gentileza, creatividad y receptividad. 

Aprendí que mi energía femenina, lejos de impedirme avanzar, podía convertirse en un activo valioso para equilibrar mi vida diaria.

Sí, hay posturas (o “asanas”) que desafían y fortalecen el cuerpo, pero sobre todo, el yoga es una filosofía de vida, un viaje interior que te reconecta con tu esencia.

El yoga me enseñó a escuchar mi cuerpo, a dar la bienvenida a mis emociones y a tomar conciencia de mis energías, incluida mi energía femenina. 

En una sociedad en la que se espera que las mujeres seamos “fuertes” y efectivas, el yoga me ha ofrecido un espacio para reconectarme con la gentileza y la sensibilidad que nos son naturales pero que a veces tendemos a reprimir.

CÓMO EL YOGA REVELA Y CULTIVA LA ENERGÍA FEMENINA

El yoga es una práctica que, de forma sutil, promueve el equilibrio entre la energía femenina y masculina. 

A través de posturas, meditación y respiración, el yoga nos enseña a alternar entre el esfuerzo y el dejarse llevar, entre la acción y la receptividad.

Como madres, solemos ser hiperactivas a las necesidades de nuestros hijos, pero rara vez nos tomamos el tiempo de escuchar las nuestras. Aquí es donde el yoga se convierte en una verdadera terapia.

Un ejemplo que me impactó fue mi primera sesión de Yin Yoga. Esta práctica, que consiste en mantener posturas durante un largo rato mientras se relajan los músculos, me permitió sentir una receptividad que nunca antes había explorado. Al permitir que mi cuerpo se relajara por completo, descubrí un nuevo nivel de conexión conmigo misma. Sentí una oleada de dulzura y paz interior, como si hubiera abierto una puerta a una parte de mí que había ignorado durante mucho tiempo. Como si, por fin, aceptara mi propia necesidad de respiro y compasión.

Mi matrimonio con el yoga, lleno de amor y bondad:

La energía femenina también está profundamente conectada con la compasión y la bondad , no solo hacia los demás, sino también hacia una misma. Como madre, es fácil ser dura contigo misma, juzgarte por tus errores o momentos de cansancio. Sin embargo, el yoga nos recuerda constantemente la importancia de la autocompasión.

Cuando empecé a practicar, buscaba la perfección en cada postura. Pero esta maravillosa práctica me recordó con delicadeza que el yoga no se trata de rendimiento, sino de conectar contigo mismo. 

Me animó a aceptar mis limitaciones con dulzura, como una madre lo haría con su hijo. Ese día comprendí que necesitaba aplicar esta compasión a mí misma y que formaba parte de cultivar mi energía femenina.

Desde entonces, he aplicado esta bondad a mi vida diaria, aceptando que no todos los días pueden ser perfectos. Ya sea en mi rol como madre o en mi práctica, prefiero la amabilidad a la dureza. En el yoga, esta noción de "no violencia" (o Ahimsa) es el primer yama, una invitación a respetar el cuerpo y la mente sin forzarlos ni culparlos.

La receptividad, el dejarse llevar y la sensibilidad son todos aspectos de la energía femenina que el yoga ayuda a cultivar. 

Al disminuir la velocidad, escuchar mi respiración y dejar que mis emociones salieran a la superficie, aprendí a honrar esta energía. 

Esta práctica regular me ha ayudado a comprender mejor lo que significa “cuidarme” y me ha permitido abordar mi papel de madre con más compasión y paciencia.

ENERGÍA MASCULINA EN EL YOGA: ESTABILIDAD Y ACCIÓN

Mientras que el Yin Yoga me reconectó con mi gentileza interior, otras prácticas como el Vinyasa Yoga me ayudaron a explorar y fortalecer mi energía masculina. 

Estas posturas requieren fuerza, determinación, dinamismo y una cuidadosa atención a la alineación corporal. La energía masculina se activa cuando se moviliza fuerza de voluntad, estabilidad y compromiso en una postura.

Un día, durante una sesión en la que trabajaba la postura del Guerrero III (Virabhadrasana III), sentí que esta postura encarna la energía masculina: arraigada, estable, mirando hacia adelante... Pero también honra la energía femenina, con el rostro vuelto hacia la Tierra (uno de los símbolos asociados con la energía femenina, en contraposición al Cielo para la energía masculina). Todo mi cuerpo estaba comprometido, y al mantener la postura, sentí una fuerza interior que me hizo consciente de mi propia resiliencia. 

El yoga, al conectarme con esta fuerza, también me enseñó que la energía masculina está ahí para ayudarme a actuar y estructurar mis proyectos

Siempre que lo necesito, recuerdo esta postura y la estabilidad que me brinda. Se ha convertido en un recordatorio de la importancia de mi energía masculina para avanzar con propósito en mis proyectos de vida, a la vez que honro la energía femenina que me brinda la creatividad y la sensibilidad necesarias para que prosperen.

EL ARTE DEL EQUILIBRIO: CULTIVANDO AMBAS ENERGÍAS CON YOGA

Lo que más me ha enseñado el yoga es que no hay necesidad de elegir entre la energía femenina y la energía masculina.

Por el contrario, su equilibrio es lo que crea una vida armoniosa y plena

En cada sesión de yoga, pasamos de una energía a otra: alternamos entre posturas dinámicas y poderosas, y posturas de relajación y receptividad. Alternamos por igual entre la izquierda (tradicionalmente asociada con la energía femenina) y la derecha (asociada con la energía masculina). 

Una de mis posturas de yoga favoritas es ésta. Del Árbol (Vrksasana). Requiere estabilidad y flexibilidad, arraigo y apertura. Al mantener esta postura, me recuerdo que, para estar en equilibrio, debo acoger en mi interior las dos energías: la que extraigo de la Tierra (con las raíces de mi árbol, que me dan estabilidad) y la que recibo del Cielo (capturándola a través de las ramas de mi árbol). 

Esta postura se ha convertido en un símbolo del equilibrio interior que me esfuerzo por cultivar a diario. Me ayuda a cimentar mis intenciones en la acción, a la vez que me mantiene conectado con mi ser más profundo y mi intuición.

PRÁCTICAS DE YOGA PARA EQUILIBRAR LA ENERGÍA FEMENINA Y MASCULINA

Para aquellos interesados en experimentar este equilibrio, aquí hay algunas prácticas simples para incorporar a su rutina de yoga.

Yin Yoga para la Energía Femenina : Practica posturas de Yin Yoga como la Postura del Niño (Balasana) o la Postura de la Mariposa (Baddha Konasana). Estas posturas promueven la relajación y la receptividad, y ayudan a cultivar la dulzura y la autoconciencia.

Vinyasa Yoga para la Energía Masculina : Incorpora posturas más dinámicas como el Guerrero o la Plancha (Phalakasana). Estas posturas requieren fuerza y compromiso, fortaleciendo tu energía masculina.

Kundalini Yoga : Para aumentar tu frecuencia vibratoria y hacer circular las energías kundalini a través de tus diferentes chakras (o centros energéticos). Esta forma de yoga es particularmente equilibrada, generando a partir del movimiento un estado meditativo o "cuasi-trance". 

Estas prácticas, aunque sencillas, nos permiten tomarnos un momento para volver a nosotros mismos, donde podemos explorar y armonizar los dos aspectos de nuestro ser.

CONCLUSIÓN: VIVIR EN ARMONÍA CON TU ENERGÍA FEMENINA Y MASCULINA

La armonía entre la energía femenina y masculina es un viaje, un camino de descubrimiento que se construye cada día. 

A través del yoga, he aprendido que la gentileza y la fuerza, la receptividad y la acción, pueden coexistir dentro de mí para ayudarme a vivir de una manera más equilibrada y plena. 

Al cultivar la energía femenina, desarrollo mi sensibilidad y creatividad, y al honrar la energía masculina, me equipo con la estabilidad y determinación necesarias para seguir adelante.

Ya sea que busques más dulzura en tu vida o fortalecer tu estabilidad interior, el yoga puede ofrecerte ese equilibrio esencial. Tómate el tiempo para reconectar con tus energías, experimentar ambas facetas de tu ser y dejar que el yoga te guíe hacia una vida más armoniosa y centrada.

¡Gracias Ana por este gran post!

Tu comprensión del equilibrio entre las energías femenina y masculina aporta valiosas perspectivas a la comunidad del yoga. Nos recuerda que cada energía es valiosa y que, al unirlas, podemos cultivar una vida más plena y equilibrada.

MENTE SANA, VIDA SANA, nuestra identidad.

¡Qué alegría tenerte entre nosotros para guiar a nuestros lectores hacia una mayor armonía y bienestar!

  • ANAMARIJA BARTEK

    Fundadora del sitio web Origami Mama

    Yogui, abogada reformada, adicta al chocolate, bailarina de salsa, apasionada por el desarrollo personal y madre de dos princesitas... ¡Aquí hay algunas palabras clave que me caracterizan! 

    Mi viaje personal me ha llevado a explorar disciplinas como el yoga, la meditación y técnicas energéticas, que integro en mi vida diaria para cultivar la armonía.

    Hoy, apoyo a las madres en su búsqueda de equilibrio y realización personal. Origami Mama es un espacio donde las madres redescubren a la mujer que llevan dentro. 

    Les ayudo a encontrar tiempo y energía para brillar en el mundo y florecer de nuevo. 

    La maternidad, el yoga, el desarrollo personal y el bienestar se unen aquí para inspirar a las mamás a reconectarse con ellas mismas, no sólo como madres, sino como mujeres poderosas y alineadas.

    Más información en su página web Origami Mama

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