¿QUÉ PASARÍA SI NOS CONTARAN ESTA HISTORIA EN SU LUGAR?

Érase una vez una niña que estaba encerrada en su habitación. Le encantaba su habitación, aunque nunca podía salir de ella. Era muy acogedora y estaba completamente a salvo. Todos los días le llevaban comida y ropa. El mundo giraba sobre sí mismo. Podía leer, cantar y bailar a sus anchas. A veces se asomaba a la ventana y soltaba su larga melena castaña. 

Una vez pasó por allí una mujer y le preguntó: "¿Ha visto todas esas setas que hay al pie de su fachada? La pregunta la dejó estupefacta; nunca se había preguntado qué podría encontrar fuera. Luego siguieron pasando los días sin hacer nada. Un día, un hombre pasó por allí y se ofreció a enseñarle el mundo. Ella se lo agradeció amablemente, ya que aquí hacía mucho más calor que fuera. Pero la cuestión de las setas seguía dándole vueltas. Día tras día, su curiosidad iba en aumento. Nunca había visto una seta y se preguntaba qué más podría estar perdiéndose. Así que pidió postales de todo el mundo. Era increíble todo lo que nunca había visto. 

Y si... y si... por una vez, saliera... Como por arte de magia, un joven de su edad, intrigado por su pelo, que se veía desde lejos, se acercó a su ventana. Prometió llevarla a conocer todos los lugares de las postales que colgaban de su pared. Era tan guapo... La pasión conquistó su corazón... Pero ella seguía aferrada a su dormitorio dorado, así que continuó disfrutando de este hermoso lugar. 

Pero un día decidió que había llegado el momento: "Hoy voy a salir un momento". Se escapó por la ventana y descubrió lo que era hundir los pies descalzos en la hierba fresca y húmeda. Era tan acogedora como su habitación. Aun así, decidió volver a casa antes de que alguien se diera cuenta de que se había ido. 

Luego, poco a poco, escapando de vez en cuando, se fue alejando cada vez más. Esta vez, estaba dispuesta a descubrir el mundo.