Saltar a la información del producto
1 de 1

MOSAIC STUDIO MOTION PIXEL - OBRA DE ARTE DE GUEETA

MOSAIC STUDIO MOTION PIXEL - OBRA DE ARTE DE GUEETA

Precio Socio 2.920,00 € / Precio Público 3.650,00 €

Obra puntillista, ilusión a toda velocidad

Entre la falta de aliento y la vibración incandescente, este guepardo nacido de microteselas parece surgir de un sueño fundido. Cada cuadrado de cerámica captura el impulso, el fuego, el pulso. Un homenaje a la brillantez, a la belleza pura, a la energía que se enciende sin disiparse jamás.

Colocado en un estudio de yoga, una sala de tratamiento o una sala de meditación, este guepardo transforma la luz en respiración y el impulso en conexión con la tierra.

¿Es usted miembro de YOGATERRAE o está pensando en convertirse en uno?
Descubre la Tarjeta Miembro YOGATERRAE:


ENTREGA GRATUITA 24/48H EN FRANCIA METROPOLITANA PARA COMPRAS DE 150€ O MÁS

1% para el Planeta El 1% de tu pedido se dona al planeta

CARACTERÍSTICAS

Cada microtesela compone esta obra maestra. El detalle cobra fuerza, lo diminuto cobra intensidad, como una meditación sobre el contraste.

• Dimensiones de la obra:
Altura máxima: 56 cm
Longitud máxima: 190 cm
Grosor: 1,2 cm
Peso total: aproximadamente 10 kg
Número total de teselas: varios miles, todas ensambladas, una a una, a mano, en el taller, con una precisión milimétrica.

• Dimensiones de cada tesela: 10 mm x 10 mm
Espesor: 3 mm
Peso de cada tesela: menos de 2 g

• Materiales utilizados: pasta de vidrio artesanal y minerales naturales.
Acabado: todas las teselas que forman el contorno del guepardo han sido cortadas a mano una a una y pulidas con rueda pero permanecen crudas a pesar de todo.

• Material de soporte: plexiglás transparente (o PMMA – polimetilmetacrilato) que es a la vez rígido y ligeramente flexible.

• Propiedades: repelente al agua, superficie lisa y de fácil mantenimiento.

DISEÑO Y CREACIÓN

Cada tesela de 1 cm² parece casi insignificante al contemplarla sola. Y, sin embargo, es de esta extrema meticulosidad de donde nace la intensidad del motivo. Colocadas una a una, cada pieza encuentra su lugar en el ritmo, como una respiración contenida, paciente, casi meditativa. El gesto de la mano se transforma en el de un monje artesano, repetitivo, humilde, concentrado.

Pero en cuanto uno retrocede, el efecto es impactante. Las sombras ardientes se funden en un movimiento extravagante. El ojo ya no distingue los cuadrados; percibe una ola, una velocidad, un cuerpo vivo listo para saltar de la pared. El guepardo se convierte en un espejismo. Los colores se funden en una impresión general, casi irreal, que late como un fuego contenido dentro de la piedra.

Este contraste entre lo infinitamente pequeño y lo espectacular evoca el yoga mismo: la meticulosa secuencia de gestos, repetidos y dominados, hasta que la respiración se apodera de toda la escena interior. Aquí, la fuerza nace del detalle. Y la mirada, con un ligero parpadeo, descubre de repente la grandeza de la intención.


Mostrar todos los detalles