VIAJES. YOGA. NACE UNA COLECCIÓN CÁPSULA
Antes de la primera foto, hubo caras, risas y dudas. Bocetos arrugados, "noes", "y si...". Intercambios íntimos. Horas dedicadas al motivo de un arco o al azul de una pieza de fruta. Una postal interior, transpuesta a la materia.
Este texto es nuestra forma de darte las gracias. De haceros partícipes. Porque tu apego a nuestras creaciones hace que cada alfombra sea mucho más que un objeto: es un fragmento de algo vivo. Después de ver cómo se iluminaban tus ojos ante nuestros diseños, pensamos que tenías derecho a ver entre bastidores. El auténtico. La que no nos inventamos. La que precede a la belleza y la hace posible.
He aquí el making-of mediterráneo de una colección que llevamos muy dentro. Un viaje hacia atrás. Un yoga del proceso. Una obra colectiva que ahora te invitamos a descubrir.
Escrito por TINA - Julio 2025
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LO QUE ESTÁ A PUNTO DE DESCUBRIR
(FORMATO ESPECIAL EN EL DISEÑO)
- Y si te preguntas...
¿Por qué crear una colección cápsula si nunca seguimos las estaciones? ¿Por qué ir entre bastidores, cuando amamos el silencio tanto como las imágenes? Quizá porque MEDITERRANEA es diferente. Porque no se ha decidido: se ha impuesto. Como una intuición salada. Una luz interior. Y porque cada vez sois más los que amáis nuestras creaciones como a una obra de arte: con emoción, apego y rareza. Nos ha parecido justo contarles lo que no se ve.
- Una historia nacida entre dos orillas
Todo empezó en una vaga conversación al final del día. Entre dos inspiraciones, dos risas de equipo. La idea de una cápsula se nos ocurrió como un gesto suave y evidente: un homenaje al mar que acuna tantas culturas, colores y silencios. Al principio, MEDITERRANEA se llamaba de otra manera. Ha cambiado cientos de veces de forma, de nombre y de deseo. Pero su esencia ha permanecido: un soplo del Sur, una promesa de calor, un puente entre el cielo y la tierra.
- Antes de la alfombra, el lápiz: el arte del camino
Había moodboards, cuadernos, fotos tomadas en las carreteras de Italia, Grecia y España. Telas, loza, fruta, balcones. Hubo pruebas, borrones y silencios inspirados. También los ha habido que han enamorado - como este motivo de arco, esta ventana con vistas al mar, este limón a punto de caer. Antes de la alfombra, había una mano trazando, un alma soñando. Eso es MEDITERRANEA: un dibujo vivo, una pintura sobre moqueta.
- Crear, dudar, atreverse: entre bastidores
Luego llegó el momento de las dudas. ¿Demasiados detalles? ¿No hay suficiente aliento? ¿Es fiel a lo que sentimos? La magia de un diseño no reside sólo en la idea, sino en su capacidad para resistir una vez impreso en material. Probamos distintos materiales, formatos y grosores. Miramos, tocamos, cambiamos y volvemos a empezar. Es un proceso tan agotador como edificante. Pero ese es el precio de la precisión.
- Lo que no se ve, pero se tiene en las manos
Cuando llegó el primer ejemplar a nuestro taller, se hizo el silencio. Luego una sonrisa. Luego un "sí". Los pedidos se organizaron con las suaves prisas de junio. Idas y venidas al taller de producción, al otro lado del mundo. El rodaje. Las primeras existencias. Las fotos que verá mañana son el fruto de una larga gestación. Pero lo que tiene en sus manos, lo que se lleva a casa, es toda una historia comprimida en un solo objeto.
- VIAJES. YOGA. Mismas letras, misma Vida.
Viaje es yoga, al revés. Como si estas dos palabras dijeran lo mismo: una salida sin equipaje, un regreso a lo esencial. MEDITERRANEA es un viaje suave. Una alfombra como una postal interior. Una colección como un descanso estival. Hoy abre sus ventanas, sus arcos y sus azules al mundo. ¿Por qué no poner los pies descalzos sobre ella... y empezar un nuevo capítulo?
"¡Vamos a echar un vistazo!

Y SI TE PREGUNTAS...
¿Por qué crear una colección cápsula si no seguimos tendencias ni temporadas?
¿Por qué callar, si siempre hemos preferido que hable él por nosotros?
Porque hay momentos en que la creación ya no es una elección, sino una llamada. Porque esta vez, algo indescriptible se nos impuso. Como una ola cálida que viene de lejos. Una emoción salada clavada bajo la piel. Un recuerdo de un verano que en realidad nunca vivimos, pero que todos llevamos en algún lugar del corazón.
MEDITERRANEA no se decidió en una reunión de marketing. Nació de una emoción compartida entre nosotros en el taller, cuando las paredes aún olían a lino, a mar y a madera en bruto. Ocurrió al final del día, entre dos risas de equipo, una luz dorada sobre la mesa, un silencio entre dos ideas. No lo vimos venir. Lo sentimos.
Crear esta cápsula fue como respirar hondo tras un largo esfuerzo. Fue darnos un lujo poco frecuente: el de escuchar nuestra intuición, dar la bienvenida a la lentitud, dejar que lo que no se puede medir hable por sí mismo.
Y vosotros, al otro lado de la pantalla, fuisteis nuestra brújula. Con cada mensaje, cada pedido, cada palabra de amor depositada bajo nuestras alfombras... nos has recordado que lo que creamos te toca. Que no es un producto lo que esperas, sino una vibración.
Un fragmento de humanidad. Una obra de la vida cotidiana.
Así que hoy, por primera vez, te abrimos la puerta.
Bienvenido a lo que no puedes ver.

UNA HISTORIA NACIDA ENTRE 2 ORILLAS
Todo empezó en un momento suspendido.
El tipo de momento que ninguna agenda prevé, ninguna estrategia guía.
Un punto intermedio.
Una suave luz en el suelo. Una frase sin rumbo. Un silencio que sienta bien. Y en medio de esta vibrante nada: algo evidente. Un deseo compartido sin palabras.
Crear una colección cápsula fue como plantar una semilla en tierra ya caliente.
No para innovar, ni para seducir. Sino para rendir homenaje.
A un mar que une más de lo que separa.
A culturas donde el cuerpo vive al ritmo del viento, el agua y el sol.
Una ventana que se abre a la sencilla belleza del mar Mediterráneo, un pequeño velero...
A las mujeres sentadas en las escaleras de una casa blanca con un limón en la mano.
A las imágenes que se han grabado en tu mente sin haber sido nunca fotografiadas.
MEDITERRANEA nació entre dos orillas:
La del Sur, palpable, sensual, generosa.
Y la de lo íntimo, la memoria difusa, la necesidad de belleza sencilla.
Ha cambiado mil veces de rostro: nombres distintos, formas esbozadas, huellas abandonadas, retornos, impulsos, desvíos.
Pero su corazón nunca se ha movido: una promesa de luz.
No es una colección. Es un aliento. Un viaje.
Esto es lo que ocurre cuando te arriesgas a no forzar nada. Cuando dejas que el material venga a ti. Cuando creas con las manos desnudas, sin armadura, sin miedo al fracaso.
Esto es MEDITERRANEA:
Un puente entre dos mundos.
Una canción de otro lugar.
Un susurro que sólo tú podías oír.

ANTES DE LA ESTERILLA DE YOGA, EL LÁPIZ: EL ARTE DEL CAMINO
Antes de desplegarla, tuvimos que imaginarla.
La estera de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae no se concibió delante de una pantalla. Tomó forma en los márgenes de nuestros cuadernos, en páginas arrugadas, en el reverso de billetes de ferry, en silencios de estudio donde sólo nuestros lápices resonaban sobre el papel.
Había moodboards hechos de loza vieja, pigmentos azules robados al mar, fotos de escaleras ardiendo, fruta jugosa, sábanas colgando al viento. Estaban las sombras de los pinos, las líneas curvas de los arcos, las fachadas ocres de los pueblos congeladas al sol.
Y luego estaba la intuición: la intuición de un diseño que podía respirar.
Abre tu espacio interior con cada postura.
Evocar una puerta, un umbral, un paso hacia uno mismo.
El diseño de la esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae no ha sido dibujado. Ha sido dibujado.
Como si supiera mejor que nosotros en qué quería convertirse. A cada golpe de pluma, se resistía o se ofrecía. Teníamos que escucharle. Teníamos que respetarle. Esperarle.
Antes de la primera impresión, había capas y capas de silencio. Elecciones sutiles de tonos, contrastes, curvas. Pruebas manuales, escaneos, superposiciones. Vacilaciones entre dos tonos de azul, dos colocaciones de arcos, dos mundos posibles.
Crear un patrón no es lo mismo que decorar una alfombra.
Se trata de crear un paisaje de prácticas.
Un lugar al que llamar hogar.
Un refugio visual.
Un espacio sagrado.
Y este diseño, el de la esterilla de yoga La esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterraees un cuadro que puedes desenrollar bajo tus pies como un sueño.

CREAR, DUDAR, ATREVERSE : ENTRE BASTIDORES
Crear una Esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterraeno se trata sólo de tener buen aspecto.
Significa lograr un equilibrio entre emoción y rendimiento. Entre la línea poética y la realidad técnica.
Entre lo que el ojo desea... y lo que el cuerpo exige.
En esta fase del proceso, la excitación creativa da paso a otro tipo de energía: la de la precisión, la distancia y la profesionalidad. Entramos en el material. Probamos. Imprimimos. Corregimos. Volvemos a empezar.
Diez veces. Veinte veces. A veces más.
Porque la idea más brillante puede venirse abajo si no le sigue el apoyo. Y una esterilla de yoga no es un lienzo. Se dobla, se desenrolla, se suda, se experimenta. Acompaña momentos de calma profunda, fatiga, intensidad y renacimiento.
Tiene que soportar todas estas vidas. Como las botellas isotérmicas asociadas.
En los primeros prototipos de la esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae, algunos detalles desaparecían. Otros destacaban demasiado. La línea se desvanecía en el pliegue. El azul se convirtió en gris. Hubo que trabajar duro, sin abandonar la intuición inicial.
Elegir el grano de PU adecuado. El grosor ideal. Ajustar la saturación para que el motivo se mantuviera fiel a la luz natural. Aceptar que ciertas texturas nunca harían justicia al diseño... y pivotar.
Esta duda es el sello de las casas que crean con integridad. Nunca producir por producir. Nunca tomar el camino fácil. Mantenerse firmes. Atreverse a decir no a lo que no está bien.
Lo que vas a estrenar mañana, esta esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae, es el resultado de una docena de fracasos convertidos en evidencia.
Y eso es lo que la hace tan vibrante.

AQUELLO QUE NO PUEDES VER, PERO QUE TIENES EN TUS MANOS. NO WOW, SÓLO SILENCIO...
Cuando la primera esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae llegó al taller, no hubo gritos. Ni un "wow" exagerado. Sólo silencio. El silencio que sigue a una larga tensión contenida. El silencio que dice: esto es.
Entonces hubo una mano en la alfombra. Una mirada larga. Una respiración profunda.
Un "sí" sobrio, pero cargado de todo lo que esa palabra contenía: las noches de pruebas, las dudas, las horas ajustando detalles invisibles. Nunca olvidaremos ese momento. Es el tipo de momento que hace que este trabajo sea tan exigente como abrumador.
En Yogaterrae, no diseñamos para complacer. Diseñamos para estar orgullosos de lo que recibes. Lo que traes a tu casa debe cumplir todas sus promesas. Debe estar a la altura de sus expectativas. Debe apoyarte, respetarte, elevarte.
Así que todo lo que no ves -los ajustes de última hora, las reuniones a altas horas de la noche, las pruebas de impresión, los viajes de ida y vuelta a nuestros talleres asociados en los cuatro rincones del mundo- forma parte de la alfombra.
Está ahí dentro. Comprimido en cada milímetro de material.
Lanzar pedidos anticipados fue una decisión importante. Teníamos que organizar, producir, fotografiar y entregar, sin perder nunca de vista nuestro objetivo: la calidad ante todo. Siempre el alma.
Y hoy, cada pedido que entra en nuestro sistema es más que una compra: es un voto de confianza. Es un vínculo. Es una responsabilidad.
Esta esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae no es un producto.
Es una obra de arte funcional.
Un objeto diseñado para durar.
Y una promesa cumplida, de nuestros corazones a los tuyos.

VIAJES. YOGA. MISMAS LETRAS, MISMA VIDA.
En viajeshay yogaal revés. Esto no es un accidente. Es un espejo.
Porque estas dos palabras dicen lo mismo: salir sin huir, volver a uno mismo. Tomar el mar interior. Atravesar suaves tormentas. Redescubrir lo que importa. Lo que sostiene. Lo que cura.
La estera de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae no es una colección de verano.
Es un manifiesto.
El manifiesto de un arte de vivir que respira, que ralentiza, que celebra el cuerpo sin juzgarlo.
Es una llamada a la elegancia sencilla, a la luz en la piel, a la calma en los gestos.
Es una herramienta. Un refugio. La esterilla de yoga Yogaterrae es una compañera, ¡como tu animal favorito! Inspírate como él...
Es la expresión material de una elección de vida: anclarse en la belleza, cada día.
Luego ponlo en el suelo. Deja que tus talones se hundan en él. Inhala. Cierra los ojos.
Y recuerda que vivir sano no es una obligación: es un lujo inmenso.
El lujo de darse un capricho. Sostenible. Las cosas correctas.
Rodearte de cosas que no te traicionen.
Esta esterilla de yoga MEDITERRANEA de YogaterraePuedes quererla como una obra de arte, utilizarla como una herramienta o pasarla como un talismán.
Pero, sobre todo, vive con ella. Vive en ella. Deja que te devuelva a lo básico.
Porque el futuro está hecho de mujeres y hombres que eligen la conciencia, la acción lenta y el gusto por lo auténtico. Y porque tú ya eres uno de ellos.
Así que adelante.
Viaja. Respira. Practica. Ama.
En eso consiste el yoga.
Gracias TINA por este post
Gracias por leer hasta aquí.
Gracias por amar nuestras alfombras como lo harías con una obra de arte.
Gracias por creer, como nosotros, que un objeto puede tener alma.
Gracias por formar parte de esta aventura, no sólo como cliente, sino como conciencia viva que elige desde el corazón.
Así que la esterilla de yoga MEDITERRANEA de Yogaterrae resuena contigo, entonces ya es un poco tuya.
Hasta pronto,
El equipo de Yogaterrae
Biografía de TINA
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TINA
1994, Isla Reunión y Mauricio, una vida inspirada en el océano Índico y el yoga
Desde su infancia, esta intrépida viajera ha recorrido el planeta dejando sus huellas en las playas de todo el mundo.Apasionada del surf, el submarinismo y la vela, ha hecho del océano su patio de recreo y fuente de inspiración.
La libertad de las olas, la serenidad de las profundidades oceánicas y el viento a su espalda han jalonado su carrera, guiada siempre por la búsqueda de la conexión con la naturaleza.
A través de sus exploraciones, el yoga se convirtió para ella en algo más que una práctica: se convirtió en una forma de vida.
Entre sesiones matinales de surf y atardeceres meditativos, ha encontrado en el yoga el equilibrio perfecto entre fuerza, fluidez y autoconciencia.
Hoy en día, combina su pasión por los deportes acuáticos con la enseñanza del yoga y forma parte del equipo de Yogaterrae, aquí en Francia, en el suroeste y a menudo a distancia :)
Esta aventurera es una verdadera fuente de inspiración para cualquiera que aspire a vivir en armonía con su cuerpo y la naturaleza.
A través de sus relatos de experiencias increíbles, invita a todos a abrirse a un mundo en el que cada ola, cada respiración y cada postura son una celebración de la vida.