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MARCO MOSAICO CORAL HORIZONTE - 816 teselas

MARCO MOSAICO CORAL HORIZONTE - 816 teselas

1.264,00 € Precio miembro / 1.580,00 € Precio público

La memoria del sol

Cuando el sol se dispone a inclinarse tras el agua, irradia un último resplandor denso y silencioso. Este cuadro de cerámica combina tonos de coral, ámbar, arena y cobre. Un corazón mate en el centro llama la atención, como un punto de equilibrio entre calidez y suavidad. Un homenaje a esos momentos suspendidos en los que el día se convierte en recuerdo.

Diseñada para anclar espacios de yoga, sanación y meditación, esta pintura nos invita a reconectar con nuestros orígenes acuáticos, con la memoria líquida que todos llevamos dentro. Un soplo visual de calma abisal y maravilla celestial.

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CARACTERÍSTICAS

- En parte instalación artística, en parte punto de equilibrio sensorial, este mural de 816 pequeñas teselas interactúa con la luz y los materiales para revelar toda la dimensión de un espacio de yoga, meditación o tratamiento, infundiéndole profundidad, calma y armonía.

- Tamaño del marco: 64,5 cm x 64,5 cm
Grosor del marco: 1,2 cm
Peso total: 7,2 kg
Número total de teselas: 816 piezas ensambladas, una a una, a mano, en el taller, al milímetro
Cuadrado central: 10 cm x 10 cm

- Dimensiones de cada tesela: 20 mm x 20 mm
Grosor: 3 mm
Peso de cada tesela: aprox. 3 g

- Materiales utilizados: pasta de vidrio hecha a mano y minerales naturales
Acabado: algunas teselas son de pan de oro de 24 quilates con doble protección de vidrio

- Material del marco: plexiglás negro (o PMMA - polimetacrilato de metilo) para un soporte rígido y dimensionalmente estable

- Propiedades: repelente al agua, superficie lisa y fácil de limpiar

DISEÑO Y CREACIÓN

Tonos cálidos de cobre, miel, nácar y ocre se entrelazan en un mosaico luminoso que parece suspendido en el tiempo. El conjunto evoca un horizonte bañado por el sol, el de un atardecer de verano, cuando el aire se vuelve más denso y el mundo se ralentiza, justo antes de que desaparezca la luz. El cuadrado central, bañado en un suave tono anaranjado, actúa como punto de inflexión entre el calor del día y la calma del crepúsculo.

Cada tesela, mate o irisada, ha sido seleccionada por la riqueza de su textura y la sutileza de sus matices. El ritmo irregular del montaje recuerda los latidos de un corazón calmado, las pulsaciones de un momento excepcional en el que la mirada se pierde en la belleza sencilla de un resplandor dorado. El equilibrio de los tonos confiere a la composición una fuerza interior, solar.

Concebido como una invitación a la contemplación, este mural irradia una energía envolvente y reconfortante. Es una elección natural para un lugar de descanso o meditación, ya que aporta calidez visual y emocional. Ilumina sin deslumbrar y tranquiliza sin congelar.


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